domingo, 13 de marzo de 2011

un día de fiesta

Nada es comparable a la alegría de los niños, de los mayores y los jóvenes. Negar que la felicidad en sus "dosis" diarias hacen a la mejor idea de la vida, es renegar del amor. Un pueblo que solo obedece y agacha la cabeza está nada más que durando, la sonrisa que se regala es el pasaporte hacia los derechos elementales de la humanidad, quien desde cualquier actitud se arrogue potestad sobre estos simples conceptos, está cercenando la libre elección de las personas, ni corresponde a ninguna expresión divina. (JLR)

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